Peligra producción de naranjas brasileñas

La excelente producción de naranjas de Brasil lo ha llevado a coronarse como el principal exportador del mundo de jugo de naranja, sin embargo, los problemas de lluvias de este año han ocasionado que el suelo agrícola se reseque y los niveles de los ríos de la región centro-sur del país, la más productiva, son considerablemente bajos.

producción de naranjas

Esta sequía ha despertado la preocupación de los agricultores quienes temen quedarse sin reservas de agua para los meses venideros y que sus cultivos no puedan desarrollarse de acuerdo a lo planeado, considerando también que la temporada seca aún no ha iniciado.

La sequía no solo repercute en los cultivos, Mauricio Pineheiro es un productor de café cuyo riego empezó en el mes de marzo y en la actualidad, dada la falta de lluvias, ha tenido que usar hasta el suministro de agua de su hogar para abastecer a sus 53 has de cultivo, quedándose sin agua para mantenerlas  duchas y los caños de la casa.

Incertidumbre en producción de naranjas

Desde hace algunos años el precio de los naranjos se ha incrementado debido al miedo de que los naranjos se marchiten, creando caos en el mercado y posibilitando una inflación alimentaria dada el alza en los alimentos que ya se viene experimentando desde el inicio de la pandemia.

Este sería el segundo año consecutivo en el que los naranjos brasileños disminuyan su producción de frutos si las zonas de regadío no se abastecen con suficiente agua y actualmente el país ya experimenta una baja de 31% en sus cultivos de naranja, el porcentaje más bajo después de 33 años.

Pero la sequía no solo afecta a las naranjas, también al café, otro de los principales productos de exportación brasileños. Los cultivos cafeteros más afectados recibieron menos de la mitad de las precipitaciones justo en la etapa en la que necesitan humedad para que crezcan los frijoles.

Actualmente, los suelos brasileños están en una etapa en la que almacenan agua para la temporada seca, más la situación es crítica por la falta de lluvias las cuales recién se esperan entre los meses de octubre y noviembre, y ya no en septiembre.